En algún lugar de Buenos Aires, un grupo de docentes comprometidos con la causa de la educación lleva adelante, en una escuela sin alumnos, un acto escolar conmemorativo a una fecha patria. Dos oficiales de la policía estarán allí para proteger al himno, a la bandera y a los valores de la comunidad en su conjunto.

En plan de absurdo y comedia negra, sin consideración alguna por la pedagogía de la solemnidad, el espectáculo es, al mismo tiempo, un cruel entretenimiento y una obra ferozmente política.